viernes, 18 de julio de 2008

FERIA DE LIBROS INFANTILES

LA FERIA INFANTIL PROPONE UNA RELACION DESPREJUICIADA ENTRE LIBROS Y CHICOS

La misma se levará a cabo entre el lunes 21 de julio y el viernes 8 de agosto de este año. Los libros para chicos crecen con la aventura y el género fantástico. Hay casi 200 sellos editoriales. Prevalecen las historias donde los lectores procesan el desafío de crecer.

Por María Luján Picabea
Clarín, 13 de julio de 2008
http://www.clarin.com/diario/2008/07/13/sociedad/s-01714139.htm

Hay, cómo negarlo, un mercado que no sólo se recuperó tras la crisis de 2001 sino que está en expansión con la aparición de nuevas editoriales, una Feria que ya va por su decimonovena edición, tiradas que superan a las de la narrativa para adultos, cifras de ventas que trepan a los seis dígitos y constantes reediciones. Pero, qué lo motoriza Habrá que responder que las buenas historias, aquellas historias eternas, clásicas, conocidas, cercanas. Los temas fundamentales de la literatura infantil: la aventura, el terror, el humor, el amor. Los chicos gozan del riesgo, los desafíos, los descubrimientos y los disparates adoran el miedo, los fantasmas, los enigmas y los crímenes por resolver, necesitan encontrarse en las historias e incluso se atreven a enfrentarse con la realidad social que los rodea. Y sí, además, quieren respuestas. Será por eso que Elsa Bornemann lleva vendidos unos 100.000 ejemplares de Socorro y otro tanto de Queridos monstruos que por esa misma cifra va La fábrica del terror de Ana María Shua que Octubre, un crimen, de Norma Huidobro va por su edición número cinco y que en lo que va de este año ha vendido casi 15.000 ejemplares. Ni qué decir de la desprejuiciada Natacha, creada por Luis María Pescetti hace más de diez años, que desde entonces no ha bajado de los primeros puestos de venta. Será por eso también que El tesoro subterráneo, de Mario Méndez, que pone en el centro de la escena cuestiones sociales como la marginalidad, es uno de los tanques de Ediciones SM que Las aventuras de Gaturro, de Nik lleve vendidos más de 50.000 ejemplares y que la serie de ciencias Asquerosología coseche fans.

En literatura infantil, confirman los editores, no hay títulos descatalogados y abundan los llamados long sellers, libros y autores que, como señala María Fernanda Maquieira, editora de Alfaguara, "tienen una venta histórica fenomenal". Por el caso María Elena Walsh, cuya colección lleva casi un millón de libros vendidos.

En 2007, según el Registro de ISBN de la Cámara Argentina del Libro, se publicaron 1.417 títulos de literatura infantil con un total de 6.354.690 ejemplares. Y fueron registrados por 184 editoriales. El crecimiento editorial es cierto advierte la escritora e investigadora de literatura infantil Sandra Comino pero creo que la buena literatura infantil es la de siempre. En tanto que las temáticas que funcionan tienen que ver con que, según apunta el narrador y crítico Ricardo Mariño, se correspondan con las pasiones infantiles estructurales.

Los temas fundantes de la literatura infantil continúa Mariño- recrean la aventura del protagonista menor, débil, aprendiz, en inferioridad de condiciones, que enfrenta obstáculos que lo superan. El género de terror y el de aventuras ficcionalizan esa cuestión del débil contra los poderes, pero también el humor, en la medida que cuestiona saberes y reglas. Esas temáticas son eternas, de modo que los títulos que avisan sobre estos contenidos deben ser como una promesa de intensidad a la que el chico es sensible.

Pero, aclara Comino y coincide Susana Itzcovich de la Asociación del Libro Infantil y Juvenil de la Argentina (Alija), hay que tener en cuenta que el libro llega al niño por un mediador y en gran medida a través de la escuela. Entonces, como comenta Laura Leibiker, de ediciones SM, hay títulos que van bien en el aula . Y son ésos, ni más ni menos, los títulos y autores que hacen punta en ventas de todas las editoriales, Vale decir, en palabras de Comino: Autores como Gustavo Roldán, Silvia Schujer, Esteban Valentino, Marcelo Birmajer, que instalaron el género y fueron pioneros en ciertas temáticas. Liliana Bodoc y Pablo de Santis, que han marcado un antes y un después en el desarrollo del género fantástico. Y una generación que continúa una línea literaria como Paula Bombara, Laura Escudero, Cecilia Pisos, Margarita Mainé... Finalmente, los que no claudican son los clásicos que siguen ejerciendo fascinación en los niños, afirma Itzcovich. Quizás porque, como afirma Oscar González, de Colihue, siempre plantean conflictos. Porque nunca intentan preservar al chico.

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