martes, 29 de julio de 2008

ULTIMOS LIBROS INGRESADOS



Rossi, Juan José. La máscara de América
Fundamentos de ecología.
Perez-Reverte, Arturo. Corsarios de levante
Ramírez, Sergio. Charles atlas también muere
Gutiérrez, Leandro y otros. Sectores populares, cultura y política
Gordimer, Nadine. Atrapa la vida
Ferla, Salvador. Mártires y verdugos
Rama, Ángel. Transculturación narrativa en América Latina
Dos Passos, John. Manhattan Transfer
Pamuk, Orhan. Estambul
Lessing, Doris. El sueño más dulce
Jauretche, Arturo. Polémicas
Pavese, Cesare. La luna y las fogatas
Cercas, Javier. Soldados de Salamina
Hatoum, Milton. Relato de un cierto Oriente
Vega, Roberto. El juego teatral
Barros, Vicente. El cambio climático global
Ramírez, Silvina. La guerra silenciosa
Da Costa, Ana. Héctor Tizón un ejemplar de frontera
Pedraza, Graciela y otro. No me olvides!
Autores varios. Rosario de antología l.
Márai, Sándor. La extraña
Belli, Gioconda. La mujer habitada
Bordelois, Ivonne. Etimología de las pasiones
Berger, John. Aquí nos vemos
Hernández Arregui, Juan José. La formación de la conciencia nacional.
Cheever, John. Relatos l y II

Literatura infanto-juvenil:

Basch, Adela y otro. Cosas de no creer!
Iannamico, Roberta y otro. Nariz de higo
Sugobono, Nahuel y otro. Leyendas, mitos, cuentos y otros relatos Tobas
Suez, Perla. Memorias de Vladimir
Furiasse, Mariana. Rafaela
Suárez, patricia. Bichos que vuelan
Falbo, Graciela. De boca en boca
Sugobono, Nahuel y otro. Leyendas, mitos, cuentos y otros relatos Tehuelches
Iannamico, Roberta y otro. La bella durmiente del litoral
Iannamico, Roberta y otro. Caperucita roja del noroeste
Devetach, Laura y otro. La leyenda de la piedra movediza

viernes, 18 de julio de 2008

FERIA DE LIBROS INFANTILES

LA FERIA INFANTIL PROPONE UNA RELACION DESPREJUICIADA ENTRE LIBROS Y CHICOS

La misma se levará a cabo entre el lunes 21 de julio y el viernes 8 de agosto de este año. Los libros para chicos crecen con la aventura y el género fantástico. Hay casi 200 sellos editoriales. Prevalecen las historias donde los lectores procesan el desafío de crecer.

Por María Luján Picabea
Clarín, 13 de julio de 2008
http://www.clarin.com/diario/2008/07/13/sociedad/s-01714139.htm

Hay, cómo negarlo, un mercado que no sólo se recuperó tras la crisis de 2001 sino que está en expansión con la aparición de nuevas editoriales, una Feria que ya va por su decimonovena edición, tiradas que superan a las de la narrativa para adultos, cifras de ventas que trepan a los seis dígitos y constantes reediciones. Pero, qué lo motoriza Habrá que responder que las buenas historias, aquellas historias eternas, clásicas, conocidas, cercanas. Los temas fundamentales de la literatura infantil: la aventura, el terror, el humor, el amor. Los chicos gozan del riesgo, los desafíos, los descubrimientos y los disparates adoran el miedo, los fantasmas, los enigmas y los crímenes por resolver, necesitan encontrarse en las historias e incluso se atreven a enfrentarse con la realidad social que los rodea. Y sí, además, quieren respuestas. Será por eso que Elsa Bornemann lleva vendidos unos 100.000 ejemplares de Socorro y otro tanto de Queridos monstruos que por esa misma cifra va La fábrica del terror de Ana María Shua que Octubre, un crimen, de Norma Huidobro va por su edición número cinco y que en lo que va de este año ha vendido casi 15.000 ejemplares. Ni qué decir de la desprejuiciada Natacha, creada por Luis María Pescetti hace más de diez años, que desde entonces no ha bajado de los primeros puestos de venta. Será por eso también que El tesoro subterráneo, de Mario Méndez, que pone en el centro de la escena cuestiones sociales como la marginalidad, es uno de los tanques de Ediciones SM que Las aventuras de Gaturro, de Nik lleve vendidos más de 50.000 ejemplares y que la serie de ciencias Asquerosología coseche fans.

En literatura infantil, confirman los editores, no hay títulos descatalogados y abundan los llamados long sellers, libros y autores que, como señala María Fernanda Maquieira, editora de Alfaguara, "tienen una venta histórica fenomenal". Por el caso María Elena Walsh, cuya colección lleva casi un millón de libros vendidos.

En 2007, según el Registro de ISBN de la Cámara Argentina del Libro, se publicaron 1.417 títulos de literatura infantil con un total de 6.354.690 ejemplares. Y fueron registrados por 184 editoriales. El crecimiento editorial es cierto advierte la escritora e investigadora de literatura infantil Sandra Comino pero creo que la buena literatura infantil es la de siempre. En tanto que las temáticas que funcionan tienen que ver con que, según apunta el narrador y crítico Ricardo Mariño, se correspondan con las pasiones infantiles estructurales.

Los temas fundantes de la literatura infantil continúa Mariño- recrean la aventura del protagonista menor, débil, aprendiz, en inferioridad de condiciones, que enfrenta obstáculos que lo superan. El género de terror y el de aventuras ficcionalizan esa cuestión del débil contra los poderes, pero también el humor, en la medida que cuestiona saberes y reglas. Esas temáticas son eternas, de modo que los títulos que avisan sobre estos contenidos deben ser como una promesa de intensidad a la que el chico es sensible.

Pero, aclara Comino y coincide Susana Itzcovich de la Asociación del Libro Infantil y Juvenil de la Argentina (Alija), hay que tener en cuenta que el libro llega al niño por un mediador y en gran medida a través de la escuela. Entonces, como comenta Laura Leibiker, de ediciones SM, hay títulos que van bien en el aula . Y son ésos, ni más ni menos, los títulos y autores que hacen punta en ventas de todas las editoriales, Vale decir, en palabras de Comino: Autores como Gustavo Roldán, Silvia Schujer, Esteban Valentino, Marcelo Birmajer, que instalaron el género y fueron pioneros en ciertas temáticas. Liliana Bodoc y Pablo de Santis, que han marcado un antes y un después en el desarrollo del género fantástico. Y una generación que continúa una línea literaria como Paula Bombara, Laura Escudero, Cecilia Pisos, Margarita Mainé... Finalmente, los que no claudican son los clásicos que siguen ejerciendo fascinación en los niños, afirma Itzcovich. Quizás porque, como afirma Oscar González, de Colihue, siempre plantean conflictos. Porque nunca intentan preservar al chico.

martes, 15 de julio de 2008

El poder de la lectura

Por Guillermo Saccomanno

Con el Nano fuimos compañeros de colimba en el sur. Además de escribiente, el Nano era maestro en la escuela del regimiento. Enseñaba a leer y escribir a colimbas que venían embrutecidos del campo y que, aun cuando nos costara creerlo a los porteños, consideraban el uniforme rotoso y la ranchada hedionda como lujos. Alguien me contó que al Nano lo habían chupado en la última dictadura. Lo que fue cierto. Lo pensé desaparecido. Pero no. Hace poco, en San Martín de los Andes, durante la feria del libro, el periodista y poeta Rafa Urretabizkaya me acercó saludos del Nano. Sí, el Nano estaba vivo. Había sobrevivido a la tortura y la cárcel, había estado exilado en Roma y, con la democracia, vuelto al país. Desde entonces otra vez en lo suyo, la docencia y la militancia, compañero de lucha de Fuentealba, el maestro recientemente asesinado por el gobernador Sobisch. Que nos contactáramos por mail, me dijo el Rafa. Porque si lo llamás no va a contestar. Quedó sordo de la tortura, me dijo. Y así fue que con el Nano empezamos a escribirnos. El fragmento de mail que sigue –la base del iceberg de esta historia, el cuento subterráneo dentro del cuento– es el testimonio de un sobreviviente, pero no sólo. Prueba contundente del poder de la lectura, es un cuento y también un ejercicio de teoría literaria que los maestros podrían divulgar en sus clases. Es decir, una herramienta. Aquí va.

“El primero, de los dos años que estuve en la cárcel de Rawson, nos permitieron tener libros que, previa censura de un bibliotecario que no era lector, más allá de las contratapas, a razón de tres por mes a cada preso, nos dejaban leer. Obviamente, luego de leídos los cambiábamos, aunque no estaba permitido, lo que nos permitía leer todo lo que quisiéramos. La biblioteca de la cárcel era excelente, a pesar de haber sufrido a poco del golpe lo que denominábamos la quema de la biblioteca de Alejandría. Con nuestra presencia, formados como en la colimba, los milicos quemaron un montón de libros, que vaya uno a saber con qué criterios habían sido condenados, pero si nos atenemos a cómo se condenaba a los hombres en aquella época, no nos costará demasiado darnos cuenta.

La biblioteca era buena y lo seguía siendo aun después de la quema, porque ningún preso retira sus libros al momento de ser liberado o trasladado. El libro deviene un objeto cuasi sagrado en esos espacios de encierro, es como la contracara de la institución. No tenés una idea de cuantos días de encierro escapábamos mediante la literatura. Por supuesto que los carceleros se dieron cuenta y durante el segundo año, prohibieron la lectura en los pabellones. Fue una nueva manera de torturarnos. Pero allí vino en nuestra ayuda la literatura acumulada en la memoria. Pasábamos horas contando lo que recordábamos de algún libro leído, y no pocas veces el libro había sido leído por más de uno, lo que mejoraba la discusión y el placer enormemente” (Nano Balbo, docente y militante de la CTA de Neuquén).

Suplemento Radar. 06 de julio de 2008
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-4697-2008-07-07.html

miércoles, 2 de julio de 2008

Recomendados del mes de julio


McCullough, Colleen. El amor y el poder

Gran novela basada en hechos históricos. Primer volumen de una ambiciosa saga, trata de los grandes hombres que sentaron las bases del futuro Imperio Romano. En el año 110 a.c., dos personajes se disputan el poder en Roma: Mario y Sila. La riqueza de detalles históricos, las intrigas del Senado romano, las grandes batallas, las rivalidades familiares y políticas y la fuerza persuasiva de su estilo hacen de la obra un libro instructivo y apasionante.

El teatro y los niños: cuatro piezas para títeres y actores

Esta antología reúne cuatro piezas para niños de cinco destacados autores del ámbito de la literatura, el teatro y los títeres: Araceli Arreche, Mauricio Kartun, Tito Loréfice, Graciela Montes Y perla Szuchmacher. Dramaturgia para niños de calidad, las obras llaman a ser representadas por elencos, sean o no profesionales y las hace ideales para que los chicos se entusiasmen con su lectura y realicen puestas en escenas creativas.

Jozami, Eduardo. Rodolfo Walsh: la palabra y la acción

Este no sólo es un libro sobre Rodolfo Walsh, sino que tiene al huella de su enseñanza: poner el rigor intelectual y la independencia crítica al servicio de la investigación. El autor ilumina aspectos inéditos de la vida de Rodolfo Walsh, con frecuencia opacados por los relatos parciales del mito.

Castillo, Abelardo. El candelabro de plata y otros cuentos

La presente antología ofrece un recorrido por la obra de Abelardo Castillo a través de trece relatos que representan una excelente selección de los mejores cuentos de la literatura argentina

Huidobre, Norma. El lugar perdido

Villa del Carmen, Jujuy, 1977. Son muchos los que se han ido del pueblo a probar suerte en la ciudad. Quedan, sobre todo mujeres: entre ellas, Marita. Hasta allí llega un hombre buscando información sobre Matilde Trigo, la novia de un supuesto subversivo; quiere unas cartas que ella le envió a su amiga. Pero Marita se las niega; protege a Matilde y defiende su dignidad…

Pauls, Alan. Historia del llanto

Novela en retrospectiva que reexamina los viejos tópicos de los setenta: la clandestinidad, las dobles vidas, el sacrificio; a la luz de un cruce equívoco pero fértil: el cruce entre los susurros de la intimidad y los estrépitos de la política.

Mastretta, Ángeles. Maridos

Pareja literaria de Mujeres de ojos grandes, obra que ha seducido a más de un millón de lectores empeñados en la búsqueda de lo sorprendente como modo de vida cotidiana. Con Maridos, Mastretta vuelve a dar una prueba de lo que pueden conseguir como pareja la alegría infalible de su cabeza y el mundo iluminado de su escritura.

Lessing, Doris. Las abuelas

Una alegoría política con toques futuristas; un drama social londinense de raza y clase; una relación en la que la pasión en tiempo de guerra se convierte en una marchita obsesión durante la posguerra, y una trampa mortal en el seno de dos familias eróticamente entrelazadas. Los cuatro relatos que integran Las abuelas bien pueden servir como muestra de la amplia panoplia de temas, estilos y géneros literarios frecuentados por la autora.